DERROTA SIN PALIATIVOS DEL TATAMI FRENTE A UN ROCOSO SANT CUGAT.
CR SANT CUGAT
1ª Línea: Andres Rangel (Jordi Segura), Alejandro Goljanek, Ghi-Fe Chang (Josep Raya)
2ª Línea: Alex Alonso, Alexander Recasens.
3ª Línea: César Ocampo, Lucas Roagna (Gerard Mayol), Nicolás Gómez (C)
Medios: Pol Gómez, Iñaki Berasategui
Centros:Pau Rodríguez (Dylan Morel), Pedro T. Guadamuro.
Zagueros: Guillem Ros, Daniel Reyes, Alex Serrano.
TATAMI RC
1 ª Línea:Víctor Pascual, Jesús Iranzo (Oscar Ferrer), Juan Vizcaino (Jue Wang)
2ª Línea: Miguel Bofill (David Jurado), Pablo Ecuaga (José Asensi)
3ª Línea: Cristian Zoia (Albert Muñoz), Luis E. López (C), Jordi San Juan
Medios: Gonzalo Rico, Victor Fuentes
Centros: Rubén Tomic, Pablo Tormo.
Zagueros: José Mª Park, Juan C. Martínez, Matías Tudela
Como sucediera en el partido de la primera vuelta, de nuevo el San Cugat se convirtió en un equipo inabordable para el Tatami, desarrollando un nivel de juego absolutamente efectivo en todas las facetas del mismo, meles, touches, juego cerrado y juego abierto, contra el que el Tatami no encontró ninguna respuesta, ni por actitud (que no la tuvo) ni por juego propio.
Así, la poca concentración de salida propició el primer ensayo del Sant Cugat en el minuto 3, y toda primera parte fue un goteo de juego y ensayos del equipo local (minutos 25, 30 y 32), llegándose al descanso con el resultado parcial de 24-0. La touche no funcionaba y no había capacidad de respuesta, al igual que no había placajes ganadores para la recuperación del balón.
La segunda parte empezó de nuevo con un ensayo para el Sant Cugat en el primer minuto de juego, por la misma falta de concentración del inicio de la primera. A partir de ahí hubo un conato de reacción por parte del Tatami, que a base de coraje consiguió un primer ensayo de Pablo Tormo en el minuto 47, transformado por Matías, y un segundo ensayo de Jordi en el minuto 65, transformado también por Matías, lo que suponía un parcial de 7-14. Pero el Sant Cugat volvió a centrarse en su juego y a marcar de nuevo la diferencia entre ambos equipos, con tres ensayos transformados en los minutos 69, 71 y 78, dejando el marcador en el definitivo 52-14.
Como conclusión, la actitud del equipo no fue la adecuada frente a un Sant Cugat que sin brillar marcaba la diferencia de nivel en todas las facetas del juego. Queda pues aprender con humildad la lección recibida y levantarse y seguir trabajando para afrontar con garantías el tramo final de la liga, recuperando la actitud y el juego que nos ha permitido plantar cara y jugar de tú a tú a la mayoría de los equipos contra los que nos hemos enfrentado. El esfuerzo vale la pena para garantizarse un hueco en la División de Honor B y seguir disfrutando de su nivel de rugby.